martes, 11 de septiembre de 2012

Ya no quedan ratas ..estan huyendo ¡¡¡


Los cobardes ingleses deciden retirarse


El general Gort, comandante en jefe de la Fuerza Expedicionaria Británica, notifica al general Weygand, Comandante Supremo de los Aliados, que ha recibido permiso del gobierno británico para retirar 9 de las 10 divisiones bajo su mando de vuelta a su país, ya que su posición en Bélgica es indefendible y el Reino Unido necesitará de estas tropas en el futuro. Las 5ª y 50ª divisiones británicas se repliegan del sector de Arrás, en dirección al Canal de la Mancha, dejando a la 1ª Armée francesa sola en la región de Flandes. Esta retirada será muy criticada por los franceses. La 51ª división escocesa y parte de la 1ª canadiense continuarán en el continente.

Columna de prisioneros británicos.

Aplazamiento de la contraofensiva aliada.


Debido a la retirada del BEF, el general Weygand posterga tres días la contraofensiva aliada, aunque intenta convencer a Lord Gort de que ceda algunas tropas británicas el tiempo necesario; pues los franceses tienen escasas probabilidades de éxito atacando solos desde el Somme.



Situación en Arrás a día de hoy.

Alemanes en el Escalda.


En Bélgica, tropas del 6º Ejército del general Reichenau cruzan el río Escalda por Oudenarde; los belgas toman posiciones en el río Lys.

Cruce del Escalda.
Sugerencia de Göring.


El Fedlmarschall de la Luftwaffe, Hermann Göring, llama al cuartel general del OKW en Münstereifel y convence al Führer de que la aviación alemana bastará para evitar la retirada aliada desde el puerto de Dunkerque, el único del que disponen, atacando a los 400.000 aliados concentrados entre Zeebrugge, Gravelinas y el Denain.

Nuestros Stukas aplastarán a los Aliados mientras huyen de Europa.

Detener los Panzers.


El general von Kluge, al mando del 4º Ejército alemán, convence al general Rundstedt de detener el Panzergruppe de Kleist antes de llegar a Dunkerque para reparar los tanques, dar descanso a sus tripulantes y movilizar las Panzerdivisionen al Somme, en preparación de la Fall Rot. Jodl, jefe de operaciones del OKW, tampoco desea arriesgar sus valiosos Panzers en los terrenos pantanosos de Bélgica y contra una resistencia aliada a ultranza en las calles de Dunkerque.

Destructores hundidos.

La victoriosa tripulación del panzer que ha hundido al destructor FS Orage en Boulogne. A falta de anillos para marcar esta clase de victoria, han dibujado un barco sobre la torreta de su vehículo.
Los destructores franceses FS Jaguar y FS Orage han sido hundidos durante las operaciones del día de hoy. El hundimiento del FS Orage ha resultado especialmente significativo, dado que no ha sido fruto de ningún bombardeo aéreo ni de ningún torpedo o mina, sino de un panzer.



El Almirante Edward-Collins llegó anteanoche día 30 de abril a las 10:30 a Aandalsnes desde Scapa Flow con una fuerza de evacuación compuesta de cuatro cruceros, seis destructores y un pequeño transporte. El HMS Galatea y el HMS Arethusa se situaron en el único muelle que ha sobrevivido a los bombardeos y el HMS Sheffield, sin espacio en el muelle, permaneció anclado en la mar. Entre estos tres cruceros y el apoyo de algunos buques menores embarcaron a unos 1.800 soldados británicos, que los propios medios británicos han descrito como “apaleados y hambrientos.” Otros pequeños destacamentos fueron recogidos por el HMS Southampton y otros buques menores al oeste y al norte de Aandalsnes, incluyendo un pequeño grupo de tropas en Molde, donde el General Ruge y su plana mayor noruega han sido abandonados, según su propia petición.



Åndalsnes, pasto de la Luftwaffe.

Tras haber llevado a cabo esta cobarde evacuación en plena noche, los británicos efectuaron ayer día 1 la delicada evacuación de las tropas británicas que habían quedado rezagadas, protegiendo la retaguardia, y que llegaron a Aandalsnes por tren y camión durante todo el día desde Dombaas. Aandalsnes había estado siendo bombardeada por parte de la Luftwaffe con cierta intermitencia, sin duda porque quedaba poco que bombardear, mientras el Admirante Layton se adentraba en el fiordo con una fuerza de dos cruceros (el HMS Birmingham y el HMS Manchester) y cinco destructores.


La Luftwaffe acosó sin descanso a los buques de la Royal Navy, forzando a los dos buques antiaréreos emplazados en el puerto a retirarse. A las siete de la tarde, dos destructores ingleses fueron enviados para recoger a los soldados que se han acercado al puerto de Aandalsnes, además de al General Ruge en Molde que se lo había pensado mejor y finalmente decidió seguir a su rey hacia el norte. El resto de la fuerza de infantería británica llegó a Aandalsnes antes de las 11 de la noche, y para la medianoche dos de los destructores habían transportado cerca de 1.300 hombres a los cruceros.



Ruinas desiertas de Åndalsnes.

Creyendo que ya sólo quedaban detrás las últimas retaguardias, la flota partió. Sin embargo, dos buques antiaéreos que habían sido dejado atrás terminaron embarcando a casi 1.000 hombres adicionales, que han sido transportados hacinados como sardinas. Para las 2 de la mañana de hoy se puede decir que la evacuación se ha completado. Varios millares de soldados noruegos han quedado abandonados atrás, con la capitulación como única alternativa.

Por la tarde de hoy, los soldados de la 196ª División de Richard Pellengahr que han estado combatiendo victoriosamente a la Sickleforce desde Lillehammer han entrado en la ciudad desierta y en ruinas de Åndalsnes. No han encuentrado ingleses, sólo sus pertrechos abandonados en el puerto y el reconfortante olor de la victoria. El siguiente parte ha puesto el punto y final a la campaña de la Sickleforce, que ha dejado en Noruega 1.404 muertos, heridos y prisioneros:

Las tropas alemanas han perseguido a los destacamentos ingleses en retirada y han logrado penetrar en Åndalsnes, donde han hondeado las banderas de la cruz gamada a las 15 horas.

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