domingo, 2 de septiembre de 2012

La magnanimidad de un gran hombre

El Führer no ha dejado pasar la ocasión de dejar constancia de su magnanimidad y ha emitido hoy una orden de amnistía para los soldados holandeses cautivos que tan caballerosamente han combatido contra el Reich, al igual que hiciera hace unas semanas con los noruegos.
El comunicado es el siguiente:

La serena mirada del Führer contempla a amigos y enemigos por igual.


La oferta de Alemania para asumir la protección de Holanda contra las probadas intenciones de las potencias occidentales de emplear Holanda como una vía de ataque hacia el territorio del Ruhr se ha encontrado con el rechazado premeditado del Gobierno holandés como consecuencia de su acuerdo secreto con las potencias occidentales. Ellos enviaron a su pueblo y país a los horrores de la guerra mientras ellos mismos escapaban a la seguridad del extranjero.


La Wehrmacht alemana ha conducido la lucha que se le ha impuesto contra el Ejército holandés con toda la debida y posible consideración hacia la población y la preservación del país. Esta actitud de parte de Alemania ha sido correspondida por la conducta de los militares holandeses así como de la población civil. Ha sido esto un reflejo de la altura cultural y moral del pueblo holandés, que constituye un país emparentado con nosotros, los alemanes. Aquellas personas responsables por el encarcelamiento de paracaidistas alemanas, su tratamiento como criminales y su entrega a los británicos tendrán que enfrentarse a las consecuencias de sus acciones.



Alemania respeta el valor. Los defensores franceses de Lille nos impresionaron tanto que ayer, tras la rendición de la plaza, se permitió a los soldados franceses desfilar hacia la cautividad con las bayonetas caladas y rindiéndoles honores. En la insólita imagen, los vencedores saludan desde las aceras a los vencidos, que desfilan por el centro de la calle.


El soldado holandés ha luchado abierta y honestamente en todas partes. Nuestros heridos y prisioneros de guerra han sido bien tratados. La población civil no ha participado en la lucha y ha dispensado atenciones humanitarias a nuestros heridos.


En consecuencia he decidido, también en el caso de Holanda, conceder la libertad a todos los soldados holandeses tomados prisioneros.


La mitad del Ejército holandés será liberado de inmediato. Esto afecta principalmente a los miembros de las Fuerzas Armadas holandesas que trabajan en la agricultura, en las minas, en la industria alimentaria, en la industria de construcción y empresas relacionadas. El resto de miembros del Ejército holandés serán desmovilizados gradualmente para impedir un impacto excesivo en la economía y el empleo. Estas instrucciones se aplican equitativamente a todos aquellos soldados holandeses que sean prisioneros de guerra en Alemania. Determinaré el destino de los soldados profesionales holandeses más tarde.


Adolf Hitler.




El Führer demuestra así la bondad de su persona y del propio régimen Nacionalsocialista. Los alemanes apreciamos la nobleza y el valor y, aunque hayan sido empleados en una lucha injusta contra nosotros, somos capaces de rendirle el debido reconocimiento y homenaje.El Führer ha emitido los siguientes comunicados, uno dirigido al pueblo alemán, otro a los soldados de la Wehrmacht en el Oeste:

El Führer, con el pueblo alemán.


Cuarteles Generales del Führer, 5 de junio de 1940.


¡Al pueblo alemán!


Nuestros soldados han salido victoriosos de la más grande batalla de todos los tiempos. En pocas semanas, hemos tomado a más de 1.2 millones de enemigos como prisioneros de guerra. Holanda y Bélgica han capitulado. El Cuerpo Expedicionario Británico ha sido destruido en su mayoría, habiendo sido apresado el resto o barrido del continente. Tres ejércitos franceses han dejado de existir. El peligro de la penetración enemiga hacia el territorio del Ruhr han sido eliminado. ¡Pueblo alemán! Tus soldados han luchado encarnizadamente en esta gloriosa encrucijada de la Historia, arriesgando su vida y cuerpo y con el mayor de los esfuerzos.


Ordeno que las banderas sean puestas a media asta en toda Alemania durante ocho días. Esto es para rendir homenaje a nuestros soldados.


Además ordeno, durante ocho días, el tañido de las campanas. Que este sonido sea acompañado por las oraciones del pueblo alemán, que acompañará a sus hijos una vez más. A partir de esta mañana, las divisiones alemanas y los escuadrones de aviación se han embarcado de nuevo en la prosecución de la lucha para la libertad y futuro de nuestro pueblo.
Adolf Hitler.


El Führer rinde homenaje a los caídos por Alemania.



Cuarteles Generales del Führer, 5 de junio de 1940.

¡Soldados del Frente Oeste!

¡Dunkerque ha caído! 40.000 franceses e ingleses han sido tomado prisioneros como el resto de lo que antaño fueran grandes ejércitos. Cantidades inconmensurables de material han sido apresadas. Por lo tanto, la mayor batalla de la historia mundial ha terminado. ¡Soldados! Mi confianza en vosotros era ilimitada. No me habéis decepcionado. El plan más audaz en la historia de la guerra se ha llevado a cabo gracias a vuestro valor inigualable, vuestra capacidad de soportar los mayores dolores y esfuerzos. En unas pocas semanas, habéis obligado a dos estados a capitular en una batalla muy difícil contra, muchas veces, un enemigo de gran valor. Habéis destruido las mejores divisiones de Francia. Habéis derrotado al Cuerpo Expedicionario Británico, bien tomando prisioneros a sus hombres o arrojándolos fuera del Continente. Todas las unidades de la Wehrmacht, en tierra y mar, se han superada a sí mismos en noble competencia para completar esta misión por el bien de nuestro pueblo y el Gran Reich. Los valientes hombres de nuestra Kriegsmarine comparten estos honores.


¡Soldados! Muchos de vosotros han sellado su lealtad dando sus vidas; otros se encuentran heridos. El corazón de nuestro pueblo está lleno de profunda gratitud y está con ellos y con vosotros.


Pero los gobernantes plutócratas de Gran Bretaña y Francia, que han conspirado para impedir el florecer de un mundo nuevo y mejor con todos los medios a su alcance, desean que la guerra continúe. Su deseo se cumplirá.


¡Soldados! En el día de hoy, el Frente Oeste vuelve a ponerse en marcha. Numerosas divisiones nuevas se unirán a vosotros para encontrarse con el enemigo por vez primera y derrotarlo. La batalla por la libertad de nuestro pueblo, para su presente y su futuro, continuará hasta que hayamos destruido a esos gobernantes hostiles de Londres y París que todavía creen que han encontrado en la guerra la mejor manera de ejecutar sus planes contra otras naciones. ¡Nuestra victoria les enseñará una histórica lección! ¡Alemania entera está con vosotros en espíritu una vez mas! 

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