domingo, 1 de noviembre de 2015

El general Paulus prohibió el suicidio.

El general Paulus prohibió el suicidio, la salida más efectiva para escapar de ese panorama dantesco. Los cañones solo podían efectuar un disparo de emergencia al día. Enloquecidos por el hambre resistieron hasta febrero, pues en nada les importaba ya si vivían o morían. De los 90.000 prisioneros que hicieron los rusos solo 5.000 regresaron a casa.

Incapaz de dar una visión objetiva de la tremenda derrota en la ciudad de Stalin, el Alto Mando Alemán hizo llegar a los soldados del frente ruso el ultimo mensaje de radio, recibido desde la fábrica de tractores de Barricadi:
 “Somos los últimos supervivientes.Llevamos cuatro días atrincherados entre las ruinas de la fabrica de tractores. No hemos comido en cuatro días. Acabo de abrir las ultimas municiones para mi automática, dentro de diez minutos los bolcheviques nos atacarán. Decidle a mi padre que he cumplido con mi deber y que sabré morir. Larga vida a Alemania. ¡Heil Hitler!”