viernes, 31 de agosto de 2012

La Juventud sirve al Führer


La Juventud Hitleriana se prepara para el mañana


La Juventud sirve al Führer


Debido al tiempo sobre Gran Bretaña, la actividad de la Luftwaffe se ha visto muy reducida en el día de hoy. Una formación monstruosamente grande compuesta por varios centenares de cazas ha sido enviada por la tarde para tratar de sacar a los cazas ingleses de sus aeródromos, pero los ingleses han puesto pies en polvorosa después de sufrir tres derribos y comprobar que no había bombarderos entre los Messerschmitts.


La noticia del día ha estado en Breslau, donde el nuevo líder de la Juventud del Reich,Arthur Axmann, ha inaugurado las competiciones atléticas de verano de la Juventud Hitleriana, la cuarta edición de los Sommerkampfspiele. El Führer ha enviado un saludo a Arthur Axmann.



"La juventud debe ser dirigida por la juventud", palabras del Führer que no se las ha llevado el viento. Arthur Axmann, un líder de veintisiete años de edad, miembro de la Juventud Hitleriana desde los quince años (1928, cuando la pertenencia a la misma era casi residual) y soldado voluntario en la Wehrmacht.



Medalla conmemorativa de estos juegos de verano.



Libro de méritos concedido a una joven alemana que ha obtenido un tercer puerto en estos juegos. Firmado por Arthur Axmann.
De todas las actividades de la Juventud Hitleriana, el deporte competitivo es uno de los más importantes. La educación de los futuros ciudadanos de la Alemania Nacionalsocialista se basa en la enseñanza de la concepción socio-económica Nacionalsocialista y en el ejercicio corporal. Su entrenamiento físico incluye largas marchas por el campo y el desempeño activo de casi cualquier disciplina deportiva imaginable: carrera, salto, boxeo, lanzamiento de disco y martillo, natación, gimnasia y todo tipo de juegos con pelota.



Practicando el lanzamiento de peso.



“La Juventud debe ser delgada y esbelta como un galgo, tenaz como el cuero y dura como el acero Krupp.” Adolf Hitler.


La intensa competitividad es algo primordial en las actividades de la Juventud Hitleriana, proporcionando a los jóvenes distintos métodos para que tengan un flujo constante de excitación y desafíos. Uno de ellos es el ritmo al que los deportes son practicados, a menudo hasta el punto de hacerlos caer exhaustos, con el fin de reforzar la tenacidad y determinación en los jóvenes.



Marcha de la Juventud Hitleriana.

Dentro del entrenamiento de la Juventud Hitleriana, una marcha de 12 millas no es nada especial para unos chicos que son entrenados hasta que son capaces de completar marchas de 50 millas sin otra comida que las raciones concentradas que llevan en sus mochilas. Los fines de semana, los chicos y chicas no permanecen ociosos y disfrutan de excursiones, paseos y deportes



Combates "a caballo".


A los jóvenes se les permite jugar duro, una práctica que los instructores (Scharführeren) de la Juventud Hitleriana incluso favorecen. Ellos permanecen quietos mientras los chicos se enzarzan en peleas, se golpean con los puños, se arrastran por el suelo, desgarran sus camisas y se hacen sangrar la nariz, todo ello con el objeto de enseñarles a ser todavía más agresivos la próxima vez.



“Todo el sistema educativo debe, en primer lugar, construir cuerpos que sean saludables. Lo que persigo es una juventud activa que tenga en sus ojos el brillo del orgullo y la independencia de un depredador.”


Los niños de la Juventud Hitleriana también reciben lecciones de entrenamiento en oficios manuales, y en octubre son enviados al campo para trabajar en la recolección de cosechas. De esta manera aprenden el valor del trabajo manual, y cómo compensa la tierra al agricultor. Cada año, los miembros de la Juventudud Hitleriana tienen que asistir a campos de entrenamiento de verano donde aprenden cómo leer mapas, practican deporte y ejercicios gimnásticos y son adoctrinados en los ideales Nacionalsocialistas.



Trabajando en el campo.

Cada joven posee un “libro de rendimiento” en el que se registran sus marcas en las diversas disciplinas atléticas. Aquellos que consiguen las mejores marcas son enviados a las competiciones regionales y nacionales, como la que tiene lugar hoy en Breslau, y más adelante son enviados a escuelas especiales donde reciben entrenamiento para convertirse en futuros líderes. Estas escuelas educan a niños de doce años hasta que son mayores de edad, momento en el cual acceden a la universidad. El éxito más obvio de la influencia de la Juventud Hitleriana es el hecho que la delincuencia juvenil en las fronteras del Reich es prácticamente nula.



Los oficiales del mañana.


No nos cabe ninguna duda de que quizás algunas sociedades consideren poco menos que brutal este sistema educativo. Lo cierto es que pocas son las sociedades que se preocupan de inculcar ideales de responsabilidad, sacrificio y fortaleza a sus jóvenes y se preocupan de mantenerlos apartados de la molicie y los vicios. Para el Reich sería mucho más sencillo limitarse a “cumplir” con sus jóvenes, proporcionándoles educación intelectual obligatoria de lunes a viernes y dejándoles que durante los fines de semana se embrutezcan a base de botella y música degenerada y durante los veranos a base de festivales de música y más molicie. La Juventud del Führer es la Juventud que desea construir un mundo mejor para sí y para su Patria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario