lunes, 27 de agosto de 2012

¡Al abordaje del Altmark!


Vamos a leer tantos comentarios acerca de la liberación de los prisioneros británicos del barco-prisión alemán Altmark, y ha sido tan dramática la captura dentro de las aguas territoriales noruegas, que el episodio merece una descripción clara y prolija. El propio Almirantazgo ha publicado un extenso parte sobre la “hazaña” con tal desfachatez que no ha tratado siquiera de ocultar, disimular ni de justificar el hecho de que, cumpliendo órdenes que el Gobierno británico conocía perfectamente, el destructor HMS Cossack ha penetrado en las aguas territoriales noruegas, y después de una lucha cuerpo a cuerpo con marineros alemanes indefensos ha rescatado a cerca de trescientos prisioneros británicos del buque cisterna Altmark.




El Graf Spee junto al buque cisterna Altmark el pasado 27 de abril en el puerto español de Ceuta.


El hecho tiene su origen en las aventuras del Graf Spee, que hoy yace en el fondo del Río de la Plata. Ese acorazado alemán de bolsillo, en sus merodeos por el Atlántico del Sur, hundió siete barcos mercantes británicos en los días que precedieron a Navidad. Los oficiales hechos prisioneros fueron llevados a bordo del Graf Spee, pero los marineros quedaron encerrados en las escotillas del Altmark, barco auxiliar de la Escuadra alemana, donde —según los falsos informes del Almirantazgo— se les hacía objeto de vejaciones y privaciones.



Fotografía de reconocimiento aéreo de la RAF en la que se aprecia al Altmark anclado en el fiordo Jøssing.


La Marina británica se juramentó para rescatar a esos hombres, y al cabo de semanas enteras de exploración ha logrado descubrir, hace dos días, al Altmark cuando éste se deslizaba por la costa noruega en su propósito de llevar su carga humana a un puerto alemán. Dos destructores británicos han iniciado la persecución y ayer por la tarde naves británicas y la aviación inglesa de reconocimiento de la costa han presenciado cómo el Altmark se refugiaba en uno de los fiordos noruegos, exactamente en el fiordo de Jøssing, frente por frente de la costa norte de Escocia. El Almirantazgo ha cursado la orden tajante de que se penetre en las aguas neutrales, se registre al Altmark y se rescate, a costa de lo que sea, a los prisioneros británicos.



Hoy como ayer, los corsarios ingleses se lanzan al pillaje y asesinato bajo el amparo de la Reina.


En la desembocadura del fiordo había dos cañoneros noruegos y el capitán del destructor británico Philip Vian les ha propuesto que, juntamente con los barcos ingleses, guarden la salida de la ría. Como la proposición no ha sido aceptada por los noruegos, el destructor Cossack ha vuelto a entrar en el fiordo a cumplir las instrucciones categóricas del Almirantazgo.


A eso de las 22:20 de la noche el Cossack se ha ido directamente contra el barco alemán, el cual, sin rechazar la batalla, ha tratado de acometer con su espolón al destructor británico y de hundirlo en aquellas aguas llenas de escollos. El Altmark ha encallado en la maniobra y el Cossack, colocándose a su costado, ha lanzado a sus hombres a bordo del barco-alemán. A continuación se ha librado una batalla cuerpo a cuerpo y a punta de revólver y bayoneta en la cubierta del Altmark en la que han sido muertos cuatro alemanes y otros cinco han resultado gravemente heridos.



Los muertos del Altmark son desembarcados la mañana siguiente en ataúdes cubiertos con la bandera alemana.

El Capitán del Altmark, Heinrich Dau, ha hecho las siguientes declaraciones: "Cuando comprobé que se trataba de un buque de guerra inglés que nos había abordado, di orden a mi tripulación de preparar los botes, ya que a bordo no había armas para ofrecer resistencia. Algunos hombres de mi tripulación intentaron ganar la costa a nado o a través del hielo. Los ingleses, dirigieron entonces su fuego contra los alemanes que trataban de salvarse. No he podido comprobar el número exacto de muertos y heridos. Las víctimas del Altmark presentan heridas en él abdomen, ya que los ingleses abrieron fuego contra ellos desde muy corta distancia."
En conclusión, un atropello más de Gran Bretaña que no atiende a leyes ni convenciones internacionales. Durante todo el día de mañana se sucederán las protestas de los gobiernos noruego y, por supuesto, el alemán. La mejor protesta, no obstante, la llevaremos a cabo con las armas que vengarán con creces este desdichado incidente.    La nueva guerra naval contra los mercantes armados -Ante las airadas reacciones que en Dinamarca ha provocado el hundimiento del Chastine Maersk a manos de un U-Boot (el U-25, en concreto), el Reich tiene que decir lo siguiente:



El mercante danés Chastine Maersk de 5.200 toneladas, hundido el pasado día 13.


En efecto, el Führer ha ordenado a todos los comandantes de submarinos que torpedeen sin previo aviso cualquier buque que se encuentre bajo control británico. Esta orden implica que cualquier buque en ruta hacia una zona de guerra dominada por Gran Bretaña puede ser atacado sin advertencia. Igualmente, cualquier buque que navegue en zig-zag puede ser atacado sin previo aviso. Esta política está siendo aplicada ya como se ha revelado tras el hundimiento de varios buques daneses, holandeses, noruegos y suecos de los últimos días.


Lamentamos profundamente esta situación, pero los neutrales no deben buscar la culpa en nosotros, sino en la anunciada decisión del gobierno británico de que todos sus buques mercantes en el Mar del Norte irán armados. Nuestros submarinos no pueden arriesgar la integridad de su nave y vida de sus tripulaciones emergiendo del mar y “conminando a rendirse” a buques en apariencia mercantes pero que en realidad pueden responderles con fuego de artillería. El Reich debe saber adaptarse a las cambiantes estrategias de sus enemigos.



El U-Boot y su víctima.


Por otro lado, el Almirantazgo británico no para de anunciar hundimientos de U-Boot alemanes. Anoche, sin ir más lejos, anunció el hundimiento de dos. Ni negaremos ni confirmaremos esa cifra para que el enemigo permanezca tan desinformado como lo está ya, pero sí les diremos que cualquier alegría que se lleven por la noticia de hundimientos de U-Boot han de contrarrestarla con el hecho cierto de que los astilleros alemanes están construyendo U-Boots a una velocidad mucho mayor de la que Gran Bretaña puede hundirlos.


A modo de recordatorio de cuál es su situación real, tenemos que decir a Gran Bretaña que sólo en el día de hoy los submarinos U-14, U-26, U-37, U-48 y U-50 han informado de nuevos hundimientos por todo el Atlántico.                                                   Sexto destructor inglés Hoy cabe reportar una nueva tragedia naval británica, una más en la larga lista que la estupidez capitalista ha abocado a tantos jóvenes ingleses.



HMS Daring.


El submarino U-23 comandado por el capitán Otto Kretschmer ha avistado al destructor inglés de 1.300 toneladas HMS Daring, que se encontraba realizando labores de escolta al convoy HN-12 en su viaje de vuelta a Inglaterra desde Bergen, Noruega. Por lo general, los submarinos suelen evitar el combate contra los destructores por lo peligroso que puede resultar para su nave un ataque fallido, pero el intrépido capitán del U-23 no ha querido dejar pasar la oportunidad y ha iniciado el ataque. A unas 40 millas al este de Pentland Firth, el destructor ha sido alcanzado en la popa con sendos torpedos que lo han partido en dos y se ha ido a pique en pocos minutos, arrastrando a 157 miembros de su tripulación.


Hasta nosotros ha llegado el trágico testimonio de uno de los únicos cinco supervivientes, el veinteañero William Edward Woodnut.


“Me encontraba en uno de los emplazamientos de cañones sobre uno de los puestos de vigía en medio del buque, aguardando al momento de irme a la cama, cuando de pronto hubo una explosión terrible. El barco se partió por la mitad. Fui arrojado a cubierta y observé la chimenea caer hacia mí. Por suerte golpeó el cañón y rebotó al agua.


Entonces me hundí con el buque mientras una segunda explosión lo azotaba. Recuerdo subir a la superficie cubierta de aceite. Una bolsa de aire debajo de mi chubasquero me mantenía a flote y nadé alrededor hasta que me encontré con un par de marinos colgando de los lados de un bote salvavidas neumático. Uno de ellos trepó y nos ayudó a subir al otro hombre y a mí.



Tripulación al completo del HMS Daring, antes de la guerra.
Estaba oscuro y podíamos escuchar los gritos de otros hombres, pero no pude verlos. La popa del destructor había vuelto a la superficie, y entiendo que un hombre se colgara de una hélice propulsora hasta que fue rescatado.



Después de un tiempo el teniente del Daring nadó hacia nosotros y amablemente preguntó si podía acompañarnos. Lo subimos al bote.


Vimos lo que parecía un submarino. Pensando que sería británico, gritamos, pero entonces se nos ocurrió que podría ser el U-Boot que nos había torpedeado, así que nos callamos y el submarino desapareció. "


Los marineros ingleses aguardaron durante horas cantando canciones para animarse y reconfortándose con la idea de que disfrutarían de 14 días de permiso. Cuando llegaron las luces del día, no había rastro del buque, de supervivientes o de ningún barco que pudiera rescatarlos. Tenían mucho frío, las mantas habían volado mientras flotaban a la deriva. Finalmente un destructor los avistó y fueron rescatados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario