martes, 20 de enero de 2015

Instrucciones en caso de captura


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Como los soldados de otros países, los soldados alemanes eran instruidos en que solo debían revelar nombre, rango y número de serie en caso de captura, y se les recuerda que conforme a la ley internacional cualquier otra información que les soliciten debe ser rechazada. El ejército alemán aconseja a sus soldados a obedecer ciertas premisas:
-En caso de alto riesgo de captura inminente destruye todos los papeles que llevas en tu persona. -En concreto arranca la página 4 de tu Soldbuch (libro de pago) concerniente a tu unidad, tus traslados, etc. Si existe alguna otra información comprometedora en el lugar en que te encuentras (mapas, correspondencia, etc.) destrúyelos también.
-Actúa siempre a la manera militar pero sé educado con tus captores. No te dejes conmover por el trato amistoso de tus captores ni intimidar por sus amenazas.
-Nunca hables el idioma del enemigo, tus conocimientos serán únicamente usados para escuchar de qué están hablando.
-Cualquier simple gesto o actividad que te parece insignificante puede revelar información al enemigo.
-No está permitido conversar sobre asuntos técnicos (armamento, etc.) con el enemigo, incluso aunque se te pregunte.
-No intentes engañar dando respuestas falsas, vale más fingir en ignorancia.
-No asumas que el entrevistador sabe sobre ciertas cosas que dice conocer, puede ser un truco.
-No hables de asuntos militares o detalles de operaciones con tus compañeros prisioneros.



Debe mantenerse en secreto:
-La unidad a la que perteneces, y donde está acantonada.
-La efectividad de tu unidad y las pérdidas sufridas.
Cualquier otra información sobre otras unidades de tu regimiento/división.
-Cuando llegaste al frente, qué viste por el camino y cuándo fue tu último permiso.
-Qué armamento (tanques, ametralladoras, cañones…) posee tu país, ya sean prototipos o más anticuado, y sobre la posibilidad de que estén desplegados en la zona o cercanías.
-Sobre moral y suministros de las tropas alemanas en la zona.
-Sobre moral en casa y los efectos de los bombardeos enemigos.



En concreto se advierte a los soldados de:
Que no se crean las promesas del enemigo de un mejor trato si hablan.
Que estén alerta ante aparatos de grabación de audio o vídeo ocultos en el campo de prisioneros por el enemigo.
Que estén alerta sobre “falsos prisioneros” en uniforme alemán que intenten ganarse su confianza.
Que está prohibido escribir memorias de guerra en cautiverio mientras dure la guerra, ni grabar en audio testimonios personales.

Se recuerda además que un soldado alemán nunca deja de ser un soldado alemán incluso estando en cautiverio, y que los prisioneros no deben considerar que la guerra ha terminado para ellos, y que siguen teniendo las mismas obligaciones para con Alemania. Téngase en cuenta, que después de la guerra los exprisioneros pueden ser llamados para rendir cuentas sobre su comportamiento en cautiverio.

Solo resta añadir, que todo prisionero que por las circunstancias que sean (descuidos, bombardeos aéreos o artilleros, ataques de fuerzas propias o aliadas) se ha “perdido” (escapado) de la escolta enemiga en zonas cercanas al frente, tiene la obligación de intentar en lo humanamente posible retornar a sus líneas con los medios a su alcance. La información que aporte a su regreso sobre el trato que el enemigo da a los prisioneros y las fuerzas de que este dispone en retaguardia pueden resultar muy valiosas, y no se le acusará de deserción.

lunes, 19 de enero de 2015

Los hilfswilliger

Hilfswilliger significa literalmente traducido: asistente voluntario, término elegido para referirse a los exprisioneros extranjeros dispuestos a colaborar en tareas auxiliares, en la jerga militar alemana este termino se abrevia como hiwis. Tras el rápido avance germano durante la operacion Barbarossa en verano de 1941 los alemanes capturan a mas de 2 millones de prisioneros soviéticos.
Un cierto número de decenas de miles de ellos se unen a los alemanes por diversos motivos, evitando ser enviados a los precarios campos de prisioneros donde muchos de esos prisioneros morirían de hambre y enfermedad, también una parte de la poblacion civil ve la invasion alemana como una oportunidad para derrocar a Stalin y eliminar el comunismo de su pais por lo que acaban siendo empleados también. Los empleos de estos voluntarios son variados, la mayoría muy rudimentarios por no decir desagradables: cocineros, veterinarios, zapateros, auxiliar médico, ayudante de radio, transportistas, tropas de segunda linea y de remplazo, vigilantes, mecánicos…

Destacar especialmente también la presencia de mujeres en las labores no bélicas como en las cantinas, sastrerías y lavanderías.
 1944, un chico ruso transporta lecheras para abastecer a las tropas.
Los voluntarios no tienen derecho a rango y muchos de ellos sirven con los mismos uniformes y equipo que cuando los capturaron. En 1943, tras la batalla de Kursk se decide crear finalmente los diversos ostruppen que acabarán operando como batallones independientes para mayor control. Todos los voluntarios empiezan a recibir armamento, uniforme, equipo y rangos alemanes aunque con las insignias de sus respectivos paises, ver mi otro tema de uniformidad de los Osttruppen y a ser asignados a diversos batallones. Es el fin del ayudante para convertirse en un soldado más, pasando muchos a engrosar las filas del ROA y la brigada Kaminski por no hablar de las legiones caucásicas.

Pero ya es demasiado tarde, para 1944 los soviéticos han recuperado la iniciativa y la población esta desilusionada con los alemanes tras tres años de mortífero conflicto y brutal ocupación germana.

Tras el fin de la guerra muchos hiwis son ejecutados bajo cargo de traicion o deportados a gulags en Siberia donde muchos morirán de enfermedad y malnutricion.
Tras la muerte de Stalin en 1953 se declara una amnistía y los cautivos políticos supervivientes son liberados.
Hiwis armados con ppsh, revolver nagant y mosin nagant, notese brazaletes blancos.  Un hiwi transmitiendo propaganda alemana en ruso.

domingo, 18 de enero de 2015

Kurt Knispel

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Kurt Knispel (20 de septiembre 1921-28 abril 1945) fue un alemán de los sudetes que sirvió como carrista en el puesto de amunicionador y artillero.

Se convirtió en el mejor as de carros de la IIGM con un total de 168 destrucciones confirmadas de carros, aunque debido a la naturaleza de los combates el número real podría alcanzar los 200.

Se suele ver su nombre junto con el de otros ases más popularizados como Johannes Bölter, Ernst Barkmann, Otto Carius y Michael Wittman

Knispel nació en Salisfeld en 1921 en los Sudetes, Checoslovaquia, trabajó de aprendiz en una fábrica de automóviles y en 1940 se presentó voluntario para el arma blindada de la Wehrmacht.
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Fue entrenado en Sagan en Baja Silesia, recibiendo un instrucción básica de infantería más la especialización en los carros panzer I, panzer II, y panzer IV.

El 1 de octubre de 1940 fue transferido a la tercera compañía del 29 regimiento panzer de la 12 división panzer. El 11 de junio de 1941 completa su entrenamiento como cargador y artillero en Putlos.
GUERRA

Knispel es asignado a un Panzer IV bajo el teniente Hellman en el momento de la operación Barbarroja, en el tercer grupo panzer (panzergruppe 3). Combate desde Yarzevo hasta las puertas de Stalingrado, también en el sector Leningrado-Tikhvin y también en el Cáucaso bajo el mando del general Eberhard von Mackensen.

Knispel vuelve a Putlos a finales de enero 1943 donde se familiariza con el nuevo Tiger I. En este momento tiene confirmadas solo 12 bajas.

Desde allí es asignado a una compañía (al mando del Oberfeldwebel Fedensack) del 500 batallón panzer en Paderborn, y de él la compañía termina en la Schwere Panzerabteilung 503, una unidad dotada con los mejores carros del momento. Con ellos combate en Kursk cubriendo el flanco de la 7 división panzer.

Participó en un ataque para aliviar presión sobre la bolsa de Korsun-Cherkassy, y después Vinnitsa, Jampol, y Kamenets-Podolsk.

Retirado del frente, el 503 es dotado de los nuevos Tiger II y luchó cerca de Caen hasta retirarse de Normandía en agosto 1944, evitando la aniquilación en Falaise, fue su única aparición en el frente occidental.

En septiembre 1944, el 503 es enviado a Hungría, donde la superioridad de la ofensiva soviética es apabullante.

Combate intensamente en Mezőtúr (véase batalla de Debrecen), en Törökszentmiklós, Cegléd, Kecskemét, la cabeza de puente sobr e el río Gran, Gyula, Nitra (en Eslovaquia)…

En una de estas acciones Knispel informó de haber recibido 24 impactos enemigos en su tiger II

Lucha ante lo inevitable en Laa an der Thaya en la frontera austriaca y finalmente en Wostitz, en los Sudetes, cerca de su tierra natal.

Allí resulta herido de gravedad de un disparo en el abdomen tras intentar escapar de su tiger II destruido, al enfrentarse a un un asalto blindado soviético, y no sin antes destruir hasta 10 carros enemigos . Es ingresado en un hospital en Urbau pero fallece de sus heridas el 28 de abril, posiblemente debido al insuficiente cuidado recibido, y es enterrado en el cementerio local.

Como por una burla del destino, la guerra termina oficialmente solo 10 días después de su muerte.

Recientemente, el 10 de abril de 2013, autoridades checas confirmaron el descubrimiento de una fosa común en Urbau (Vrbovec, Chequia) con 15 restos humanos de soldados alemanes, entre los que se encontraba Knispel, que pudo ser identificado gracias a su chapa de identificación.

La noticia del hallazgo de sus restos fue prácticamente ignorada por los medios en Alemania y solo fue mencionada a pie de página de algún foro de aficionado de blindados. La Bundeswehr tampoco había valorado la posibilidad para condecorarlo a título póstumo con la cruz del caballero (para mayor vergüenza).

Se cree que ahora esté re-enterrado en el cementerio militar de Brno en la sección alemana.Knispel detestada el sistema nazi, pero fue de los primeros que sintió la llamada de su país, y murió haciendo aquello que le gustaba, tripular su carro.

Fuentes no confirmadas indican que Knispel era un indisciplinado, sus compañeros a menudo lo veían llevando objetos no reglamentarios, los cuellos de la camisa por fuera del uniforme, y una característica barba y pelo largo.

También se le atribuye el haber defendido a un prisionero ruso cuando fue golpeado por un hombre de las SS.

Uno de sus antiguos comandantes, el feldwebel Rubbel, recuerda después de la guerra: “Como persona, Kurt siempre estaba dispuesto a ayudar, no tenía reparos en compartir su comida o bebida con un compañero o incluso dejarte su camisa de recambio” “todos los que le conocíamos sabíamos que siempre contábamos con él independientemente de la situación, tenerlo a nuestro lado nos hacía sentir seguros”

Irónico para un as, no ascendió por encima de sargento (Feldwebel), y sus mejores condecoraciones se reducían a la cruz de hierro de primera y segunda clase, y a la cruz alemana. Fue recomendado para la cruz del caballero hasta 4 veces, pero nunca llegó a recibirla, ni siquiera a título póstumo.
A diferencia de otros comandantes, a Knispel no lo consumía la ambición de condecoraciones; era un hombre de naturaleza más bien modesta. Cuando había disputas sobre la destrucción de unidades enemigas, Knispel siempre se quedaba en silencio, esperando que se le atribuyera su posible mérito a alguien más. Siempre fue muy respetuoso, desestimando y rechazando toda atribución de méritos o reconocimiento a su persona. En el Wehrmachtbericht, el 25 de abril de 1944, su nombre fue mencionado en una entrada en la que se le atribuía la destrucción de 101 carros entre julio 1942 y marzo 1944. Por lo demás combatió como un simple carrista más y no recibió ningún tipo entrevista, ni propaganda, ni cobertura mediática por su servicio.
LOGROS

168 bajas confirmadas, aunque posiblemente asciendan a 195

Este as tenía un ojo de halcón, pues se le atribuye haber destruido un T34 a la formidable distancia de 3000 metros!!


Kurt Knispel a la derecha y su comandante, Hans Fendsack (izquierda). Ambos fueron grandes amigos hasta que Hans Fendsack murió en Normandía.



A bordo del Tiger II, durante su periodo de servicio en el 503, y ya con rango de unteroffizier.

domingo, 4 de enero de 2015

La anecdota de Otto Kretchmer



Una anecdota que le ocurrio a Otto Kretchmer en una de sus patrullas,

Una balsa diminuta flotaba a la deriva con un remo como mástil una camisa blanca como vela. Apoyado en el palo improvisado había un hombre en ropa interior, semiinconsciente.

A la tripulación del submarino alemán le pareció un dibujo animado. Se acercaron y el comandante Kretschmer lo saludo en ingles diciéndole que abajo podría secarse la ropa y comer algo. Después, siempre en ingles, ordeno a Kassel atender al sobreviviente. Kassel respondió en el idioma y condujo al naufrago a la cámara del comandante.

Posteriormente, Kassel describió el episodio:

Le quite la ropa mojada, lo envolví en mantas y lo acosté. Después le serví un poco de ron, que el hombre apuro de un trago. Eso le hizo recobrar un poco el color. Pero no hacia mas que quejarse del dolor de cabeza, y cuando el comandante bajo a verlo lo interrogamos en ingles y vimos que efectivamente, bahía recibido un golpe fuerte. Tomo unos sorbos de café, mientras el comandante trataba de sacarle el nombre del buque, mas que la carga: vigas de hierro. Por mas que pensaba no había caso, no daba con el nombre. Pero después nos dimos cuenta de que efectivamente no lo recordaba. No hacia mas que quejarse del dolor de cabeza hasta que se quedo dormido.

Despertó al rededor de una hora después y al verme sentado en mi puesto frente a la radio, me llamo diciendo que tenia hambre. Recordé entonces que teníamos a bordo unas latas de ananás, parte de del abastecimientos abandonados por el ejercito británico en Dunkerque y que por orden del Fuhrer habían repartido entre las tripulaciones de submarinos. Le di la lata y fui a llamar al comandante que estaba en el puente. Volvimos a interrogarlo sobre el nombre del buque, y esta vez murmuro algo así como "Baronisewood".El comándate consulto el registro Lloyd`s, donde figuraba una embarcación llamada "Barón Blythwood".

Entonces le preguntamos por ese nombre y dijo que si era ese. El hombre pidió mas café. Desde la escotilla del puente nos llegaban las voces del comandante y de un oficial italiano -se había embarcado para estudiar métodos de ataque- que conversaban en ingles. Entonces vino lo bueno cuando le lleve el café que había pedido me dijo:"Gracias, compañero. Un submarino alemán me torpedeo el buque, el desgraciado, pero por suerte los cochinos nazis no me agarraron".Y después de guiñarme un ojo prosiguió sonriendo: "Los embrome" ¿eh?, me recogió un submarino ingles. Eso les enseñara a no meterse con nosotros".

Lógicamente no supe que contestar. Oí la conversación que venia del puente, vi la lata de ananás vacía junto a la cucheta. En el rotulo decía "California". Entonces caí en cuenta de que el individuo no había oído una sola palabra en alemán desde que lo subieron abordo. Medio atontado como estaba no capto los alrededores, y solamente el sonido familiar de las palabras inglesas y el ananás le habían dejado una impresión definida. Además, nuestro uniformes de fajina no tenían nada que nos identificase como alemanes. El comandante decidió buscar algunos de los botes salvavidas del "Invershannon" que navegaban en las cercanías y trasbordarlo. La costa de Irlanda estaba cerca. Cuando le comunique la novedad me dijo enojado: "Pero, ¿porque no puedo quedarme acá? . No quiero trasbordar a ningún bote, estoy muy cómodo "

Busque la mejor manera de decírselo. "Vea amigo, cuando suba al puente encontrara al comandante del submarino, tiene un uniforme igual al mío, pero además llévalos galones de grado en las paletas. Mírelo bien. También vera que la gorra tiene la insignia naval con la cruz svástica. Estamos en un submarino alemán. "No me atreví a decir que nosotros habíamos hundido su barco, pero el naufrago comenzó a reír estrepitosamente:"muy bien, muy bien, pero es una broma pesada...pero lo hicieron muy bien ....¡Ja!, pero no caí... "trate de convencerlo de lo contrario, pero no me hizo caso.

Entre tanto nos habíamos acercado a un bote y lleve al marinero a la torreta para trasbordarlo. Entonces comenzó a fijarse en la insignia de la gorra del capitán y se puso mortalmente pálido. "Lamento que se haya herido y confió que ahora este mejor. Ya nos hemos ocupado de que tenga agua, comida y vendas en cantidad suficiente para que le alcance hasta que lleguen a puerto. Desde el bote salvavidas del "Invershannon", una docena de náufragos ingleses contemplaban la escena sorprendidos.

El sobreviviente, sin decir una palabra, abandono el submarino y se acomodo en el bote. El hombre que empuñaba el timón del bote-un gigante rubio-acepto el pan, agua y vendas que le tendíamos y considero el rumbo que según el comandante Kretschmer habría de llevarlo a la costa de Irlanda. Tomo envión con el costado del U-99 para alejarse. Cuando nos separamos, introdujo la mano debajo del asiento y arrojo sobre la cubierta del submarino una caja de cigarrillos".