lunes, 28 de mayo de 2012

vida y muerte en las trincheras

trincheras de Gallipoli.
El soldado de la derecha utiliza un periscopio para observar los lejanos movimientos del enemigo, a la vez que el de la izquierda dispara su fusil, que se encuentra sobre una montura que le permite no levantar la cabeza por encima de la línea de fuego.
Los otros dos sentados, matando el tiempo, posiblemente pensando en casa e imaginándose estar en otros lugares….pero están preparados…..tres fusiles con las bayonetas caladas se apoyan contra la pared de la trinchera.....
El aburrimiento y la melancolía no eran, ni mucho menos, lo peor de la vida en las trincheras. La guerra de trincheras fue una constante prueba de resistencia humana las veinticuatro horas del día. La mayoría de las personas de hoy en día no habríamos sobrevivido un solo día en las trincheras, por no hablar de años, como estos jóvenes, que al final debían aceptarlo como algo cotidiano.
La Gran Guerra se caracterizó por la falta de movimiento en los frentes. Claro ejemplo de este estancamiento fueron las guerras de trincheras desde otoño de 1914 hasta la primavera de 1918.Durante el día eran sometidos a los disparos de los francotiradores y de la artillería, estos últimos destinados a eliminar la guarnición de la primera línea de trinchera y a destruir el alambre de espino. En consecuencia, las trincheras eran más activas durante la noche, cuando la oscuridad permitía el movimiento de tropas y suministros, el mantenimiento de los alambres de púas y reconocimiento de las defensas del enemigo.
Centinelas en los puestos de escucha en la “tierra de nadie” (la zona que estaba entre las trincheras de ambos bandos) tratarían de detectar las patrullas enemigas, y se llevaban a cabo incursiones con la finalidad de capturar prisioneros y documentos que proporcionarían información sobre las trincheras enemigas.
La vida en las trincheras era agotadora en muchos aspectos, no sólo en lo físico, sino también en lo moral. Era aburrida y se tenía miedo a la muerte. Cada día morían compañeros; los soldados estaban cara a cara con la muerte.

Se ha estimado que hasta un tercio de bajas aliadas en el frente se produjeron en las trincheras.
Y es que, aparte de las producidas en combate, las enfermedades también fueron una pesada carga.
Vivir mal alimentados, casi siempre mojados y embarrados, enterrados en lugares reducidos y en una tierra tan fría y húmeda como el Norte de Francia y el Sur de Bélgica causó muchos millares de bajas debido a la gripe, pulmonía, tuberculosis, disentería y a todo tipo de enfermedades contagiosas propagadas por piojos, pulgas, ladillas y ratas.
Había millones de ratas, algunas incluso del tamaño de un gato. Tenían que quitárselas de la cara y de las manos mientras dormían. Los soldados trataban de eliminarlas a disparos y con sus bayonetas, incluso hubo quienes, con la ayuda de perros, se especializaron en desratizar las trincheras.
Sin embargo era inútil. Las ratas, bien alimentadas de tanto cadáver, proliferaron a su gusto (una sola pareja de ratas puede producir hasta 900 descendientes en un año). Ellas produjeron también la infección y contaminación de los alimentos.
A veces, una simple lluvia podía dar lugar a todo un mar de lodo. Las trincheras se llenaban de barro. Si los soldados pasaban demasiado tiempo en una zanja llena de agua y la situación se complicaba con el frío, con inviernos extremadamente duros (a veces llegaban a -20ºC) el resultado eran los llamados “pies de trinchera”, el primer paso para la posterior gangrena.
Hacia finales de 1915, y para tratar de combatir el pie de trinchera, los soldados británicos en estaban equipados con tres pares de calcetines y tenían órdenes de cambiárselos al menos dos veces al día.
Cada día, cientos de proyectiles de artillería caían en las trincheras.
Un soldado podía pasar largos periodos destinado en primera línea de fuego.
Otros muchos, sin embargo, morían en su primer día en las trincheras como consecuencia de los disparos de un francotirador.
A continuación os dejo con más fotos interesantes de las trincheras de la Primera Guerra Mundial.


la batalla de Somme

la batalla de Somme pasara  a  la historia por ser  una de las  mas crueles  y sangrientas, sonaron los silbatos  y 150mil  hombres se  lanzaron a  una  muerte, en  perfecta formacion salian de  las  trincheras  y caian a  los  pocos  metros, se dice que los soldados  alemanes se sentian como criminales ..era el  tiro al blanco en  una feria, algunos  lloraban  mientras disparaban  durante  horas y  horas, llegando  incluso a  colocarse los  oficiales  detras de ellos  y amenazarlos con el  tiro en  la  nuca si dejaban de disparar, era  la  guerra ¡¡¡sería la más sanguinaria y mortífera de todas las acaecidas durante la Gran Guerra.   La zona del valle del río Somme, en realidad había surgido entre los planes aliados durante 1915, pues representaría el punto de ataque del frente occidental en una multi-ofensiva desde todos los frentes que acabe con alemanes y austro-húngaros de una vez por todas. No en vano la batalla de Somme, es la batalla más dura en la historia del Ejército Británico. Semanas antes de aquel 1 de julio, los aliados dispararon incontables ráfagas de obuses y granadas sobre la zona. Por debajo de las trincheras alemanas se había cavado inclusive muchas galerías y túneles, colocando hasta 20 toneladas de dinamita lo que ocasionaría serios problemas a los germanos. A las 7:20 del 1 de julio de 1916,  13 divisiones británicas se lanzan desde el norte del Somme, y otras seis divisiones francesas desde la parte sur del río. Los alemanes, a pesar del daño sufrido por artillería y detonaciones, eran aún fuertes, y así dio inicio la batalla. Desde el norte y centro los aliados no avanzaron mucho y sufrieron amargas pérdidas, al sur del río tuvieron algo más de éxito. No obstante,  el primer día casi 20 mil británicos murieron, casi 36 mil resultaron heridos y otros 2152 desaparecieron. Todo de un total de casi 60 mil soldados. Los alemanes perdieron, pero mucho menos por hallarse en posición defensiva por supuesto.  A las 22 horas luego de un día casi desastroso, se da la orden a los aliados de retomar los combates, esto más que todo se debió a la falta de comunicaciones entre los anglo-franceses y sus respectivas tropas, pues nadie sabía cual era la situación real. Por ello no hubo ataque hasta el 3 de julio, tiempo valioso para los alemanes quienes se percataron de las brechas en su frente y las aseguraron. A continuación, las dos semanas siguientes fueron de batallas ligeras, con crecientes bajas aliadas, hasta Joffre y Foch se pusieron de acuerdo para lanzar una ofensiva final. A partir del 19 de julio empezó la organización de las tropas alemanas, en total hasta la fecha llegaron 14 divisiones de refuerzo, y en agosto sumaban ya 35 divisiones en el frente.   Los alemanes empezaron el 23 de septiembre, bajo órdenes insistentes de Luddendorf y Hindenburg, la llamada línea, valga la redundancia, Hindenburg, en los momentos en los que las luchas en los bosques de Bazentin eran muy intensas. Los bosques de Guillemont y Ginchy estaban ocupados por alemanes y seguían siendo obstáculos para los aliados, y así el intento de tomar el primero mencionado, el 8 de agosto fue un fracaso. Finalmente el 3 de septiembre cayó, y Ginchy le siguió seis días después. Esto hizo que el frente se estabilice y se cree una línea recta desde Mouquet a Combles al suroeste. Eso sí, a un alto precio, hasta el momento unos 82 mil soldados por unos 900 metros.  Se intentó romper definitivamente el frente alemán el 15 de septiembre con una nueva ofensiva, en total 11 divisiones y 4 destacamentos británicos. En esta semi-batalla, los alemanes se vieron sorprendidos por los tanques, un invento nuevo e intimidante, pero nada pudieron hacer, pues la artillería pronto los acabó, y muchos tuvieron fallas…aunque el retroceso alemán siguió siendo una realidad y entre el 18 y el 25 de septiembre cayeron poblaciones como las de Gueudecourt, Morval, y otras. Al día siguiente se lanzó un ataque sobre la fortaleza alemana de Thiepval que dio origen a una batalla del mismo nombre. Luego acaeció otra semi batalla: la de los altos de Ancre, desde el 1 de octubre al 11 de noviembre. No se produjo avances ni ruptura del frente, pero si un incremento inaudito de bajas.
             Al final la batalla no resultó en grandes resultados para ningún bando, lo que es más, no se logró una gran penetración en el frente. Sin embargo, a diferencia de los aliados, los alemanes no pudieron reparar sus pérdidas ni materiales ni de hombres y fue el inicio de su declive. En aquella zona de combate perdieron la vida 485 mil aliados, y 630 mil alemanes, un cementerio absoluto lo cual le da a Somme la categoría de batalla antológica, no tanto por su importancia castrense, sino por la mortandad y la violencia que en ella acaeció. 

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