La Wehrmacht marcha al interior de Rumanía. Dos divisiones de tropas alemanas con un total de 30.000 soldados atraviesan Hungría para hacerse con el control de los campos petrolíferos y de los puertos en los que el petróleo es embarcado.
Los pozos petrolíferos de Rumanía, a salvo bajo la custodia de la Wehrmacht.
La declaración oficial alemana para justificar esta acción es que los soldados de la Wehrmacht han sido enviados a Rumanía “como respuesta a un acuerdo que se ha alcanzado con el gobierno rumano para el entrenamiento y la reorganización del Ejército rumano con todo el equipamiento necesario para la guerra moderna”.
Más tarde, en otra declaración oficial, se añade que la acción militar se ha llevado a cabo para proteger a Rumanía frente a un planeado sabotaje de sus campos petrolíferos por parte de los británicos. A nadie en el mundo se le escapa que ciertamente son esos campos petrolíferos, desarrollados en su mayoría por medio de capital británico, son el motivo principal de la intervención germana.
Conducator Antonescu.
Lo cierto es que la pasada semana el Conducator Ion Antonescu mandó arrestar a varios oficiales británicos acusándoles de estar conspirando para incendiar los pozos petrolíferos. En realidad, la entrada de la Wehrmacht en Rumanía se ha llevado a cabo con el consentimiento y la cooperación rumanas. El Ejército rumano ha evacuado los cuarteles de Bucarest para facilitarles a los alemanes el alojamiento. La Wehrmacht ha tardado unas pocas horas en instalar un Cuartel General expedicionario y establecer contacto con el Alto Mando rumano.
Benito Mussolini.
Por otro lado, y aunque muchos crean que esta acción es una consecuencia de la reunión del pasado viernes entre el Führer y el Duce en el Paso del Brenero, lo cierto es que el propio Mussolini ha sido uno de los más sorprendidos, sobre todo porque interrumpe los intentos italianos por garantizarse parte del combustible rumano. En consecuencia, este golpe de mano alemán deja a Italia totalmente dependiente del Reich en cuanto al abastecimiento de combustible. Nada debe temer el Duce ni Italia en ello, puesto que el Reich siempre los considerará su amigo y su aliado y atenderá a todas sus necesidades.
El intercambio de regalos es una arraigada costumbre en la estrecha relación que mantienen el Reichsführer y el Führer. En la imagen, Heinrich Himmler le entrega a Adolf Hitler un retrato de Federico el Grande con motivo de su 50 cumpleaños el 20 de abril de 1939.
En otro orden de cosas, el Führer le ha hecho llegar una fotografía autografiada a Heinrich Himmler con motivo de su cuadragésimo cumpleaños, junto con un telegrama de felicitación.
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