domingo, 13 de octubre de 2013

El Komet y el Orion destrozan la flota británica

Los cruceros auxiliares Orion y Komet, junto con su buque de abastecimiento Kulmerland, finalmente han alcanzado la isla de Nauru en el lejano Océano Pacífico, al este de Nueva Zelanda, donde tienen la misión de atacar la vital industria de fosfato de Nauru y las rutas de tráfico mercante que atraviesan la zona.

El Komet y el Orion navegan juntos por el Pacífico.


Nauru y las islas cercanas son las fuentes principales de la producción de fertilizante australiano y neozelandés, desempeñando un papel fundamental en la industria agrícola del Imperio Británico. Desde el 30 de junio de 1939 hasta el 30 de junio de 1940, la Comisión Británica de Fosfatos (BPC) basada en Melbourne ha embarcado cerca millón y medio de toneladas de fosfatos extraídos de Nauru e islas circundantes a bordo su flota de cuatro buques (Triadic, Triaster, Triona y Trienza).
La fuerza alemana se encontró con el primer mercante de la flota de la Comisión Británica de Fosfatos el pasado 6 de diciembre, cuando el Triona (4.413 toneladas) fue atacado al noreste de las Islas Salomón y hundido con torpedos después de una persecución durante la cual tres de sus marineros resultaron muertos por fuego de artillería. Los 68 supervivientes fueron capturados.

Misión hasta hoy del Komet y el Orion en el Pacífico.
Desde un principio, la intención de los capitanes del Komet y el Orion ha sido la de bombardear las instalaciones costeras de la industria de fosfato en la isla de Nauru, pero el mal tiempo los ha obligado a limitarse a atacar a los buques que se encontraban alrededor de la isla. Durante la tarde de ayer, día 7 de diciembre el Komet, que se había adelantado bajo el disfraz de un mercante japonés, hundió al mercante noruego Vinni de 5.181 toneladas, a unas nueve millas al sur de Nauru. Aunque el corsario alemán fue avistado desde la costa, su disfraz funcionó y los británicos pensaron que se trataba de un inofensivo mercante neutral. 

El Orion, disfrazado de mercante con una chimenea falsa.


Durante las primeras luces de hoy, el Orion ha vuelto a unirse al Komet y aumentado su cosecha de mercantes británicos. Así, durante la mañana han atacado y averiado al Triadic (6.378 toneladas) y hundido al Triaster (6.032 toneladas). El Komet ha intentado hundir al dañado Triadic con cargas explosivas, pero no ha tenido éxito y finalmente ha tenido que ser el Orion el que ha hundido al mercante con fuego de cañón. Más tarde el Komet ha hundido al carguero británico Komata de 3.900 toneladas.

Detalle del ataque del Komet y el Orion contra el tráfico mercante de Nauru.

Después de el éxito de estos ataques, los dos cruceros auxiliares y el Kulmerland se han retirado y se han reunido a 32 kilómetros al este de Nauru. Han conseguido hundir a tres de los cuatro cargueros con que cuenta la Comisión Británica de fosfatos y otros importantes mercantes, pero su misión está lejos de concluirse y en breve volverán al ataque.
Gran Bretaña pierde más de 100.000 toneladas de mercantes en tres días. Los U-Boote han vuelto a infringir una aplastante derrota a la flota mercante británica. Los convoys británicos que han confluido sobre la zona de los Western Approaches, donde una abundante manada de U-Boote alemanes y submarinos italianos aguardaba la llegada de presas, han sufrido pérdidas irreparables.

Un U-Boot navega junto a su víctima.

Durante la noche del 1 al 2, los submarinos del Eje machacaron sin piedad al convoy HX-90 mientras navegaba desprovisto de buques de escolta. Durante la noche de ayer a hoy y todo el día de hoy, han terminado la faena. Ayer, mientras los U-Boote alemanes se reagrupaban y sus dotaciones descansaban después de una ajetreada jornada nocturna, el testigo pasó a manos de los submarinos italianos. El primero en intentar el ataque contra el convoy HX-90 fue el Argo, que no tuvo éxito con el lanzamiento de sus torpedos. A continuación hizo lo propio el Tarantini, que resultó repelido por la escolta del convoy, que finalmente lo alcanzó después de muchas horas de retraso.

Lo cierto es que las armas italianas no tuvieron demasiada fortuna en estos ataques. Sí que pueden vanagloriarse los italianos, en cambio, por el ataque exitoso que ha llevado a cabo hoy con un bombardero Savoia.Marchetti SM 79 el as italiano Carlo Emanuele Buscaglia contra el crucero HMS Glasgow, anclado en la Bahía de Suda, en Creta. A pesar de la red anti-topedos que lo protegía, el crucero británico ha quedado fuera de combate con dos torpedos y los británicos tienen intención de remolcarlo hasta Alejandría para someterlo a las reparaciones oportunas.

El crucero ligero HMS Glasgow, un quebradero de cabeza menos en el Mediterráneo para el Eje.

Pero volvamos a la guerra submarina en el Atlántico. Tras las acciones que se han descrito y que tuvieron lugar durante el día de ayer, la manada de lobos perdió temporalmente el contacto con el convoy HX-90. La Luftwaffe envió a tres FW-200 Kondor en misión de reconocimiento, pero los intrépidos cuatrimotores no logran encontrar a los británicos, y fue finalmente durante la tarde que el U-94 de Herbert Kuppisch volvió a avistar al convoy, atacándolo inmediatamente. Su ataque envió al fondo del mar a los mercantes Wilhelmina y al Conch, este último después de haber sido torpedeado por tres submarinos distintos en menos de veinticuatro horas.

Secuencia de imágenes de un nuevo hundimiento a manos de los U-Boote.
Mientras tanto, los submarinos alemanes lograron avistar a otro convoy británico, el OB-251, que navegaba sin escolta por haber tenido que cedérsela al malparado HX-90. Los U-Boote se aprovecharon de esta circunstancia y lograron hundir tres de sus buques mercantes: el U-43 de Wolfgang Lüth al Pacific President y al Victor Ross y el U-99 de Otto Kretschmer al noruego Samnanger.

¡Impacto directo de torpedo!

Durante el día de hoy, el U-43, el U-52, el U-94 y el U-99 han rastreado el mar en busca de otro de los convoyes, el SC-13 pero no han podido encontrarlo debido a que éste ha cambiado su rumbo hacia el noreste, no se sabe muy bien si debido al mal tiempo o a la tradicional cobardía británica. A pesar de su precipitada huida no ha logrado salirse de rositas y el submarino italiano Argo ha envido al mar a uno de sus mercantes. La rúbrica a la batalla la ha puesto un FW-200 Kondor que ha hundido con bombas al enésimo mercante del HX-90, el W. Hendrik de 4.360 toneladas.

Secuencia de imágenes del hundimiento de un mercante británico por parte de un bombardero alemán.

Las cifras de la derrota británica son espantosas: en estos tres días, tan sólo el convoy HX-90 ha perdido 12 de 35 buques mercantes con 78.318 toneladas de registro bruto. Además, otros 4 mercantes con 25.572 toneladas han resultado alcanzados y tendrán que ser sometidos a reparaciones si es que logran llegan a puerto. En total, los británicos han sufrido la pérdida total de 101.927 toneladas de buques mercantes. La pérdida más crítica para el Reino Unido la constituye el hundimiento de dos grandes buques cisterna cada uno de los cuales transportaba 11.000 toneladas de combustible para aviación.

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