sábado, 12 de enero de 2013

Unidades alemanas en las Ardenas



Hitler estaba decidido a jugarse el todo por el todo. Juntó varias divisiones panzer que todavía disponían de una considerable capacidad de asalto y las mezcló con una amalgama de divisiones de Volksgrenadier -de calidad irregular- para lanzarlas a su deseada ofensiva en el Oeste. El objetivo: Amberes. En caso de alcanzarlo, se lograría romper la conexión entre el 3er y 1er Ejércitos americanos, y copar a este último y a las tropas británicas comandadas por Montgomery.Las tropas germanas en el Oeste estaban comandadas por el mariscal Gerd von Rundstedt y, de estas, las involucradas en la ofensiva se encuadrarían en el Grupo B del Ejército, a las órdenes del mariscal Walter Model. En esta agrupación se incluían, de norte a sur:

-El 15º Ejército de von Zangen localizado muy al norte de la zona de operaciones. No tuvo participación de importancia.

-El 6º Ejército Panzer de las SS de Josef Dietrich. La formación más poderosa de las Ardenas. Incluía las Divisiones Panzer de las SS 1ª, 2ª, 9ª, 10ª y 12ª; seis divisiones de Volksgrenadier y una de paracaidistas.

-El 5º Ejército Panzer de Von Manteuffel más débil que el anterior, pero aún así dotado de una considerable potencia de fuego. Lo componían las Divisiones Panzer 2ª, 9ª, 116ª y 130ª Lehr; cinco divisiones de Volksgrenadier y una de Panzergrenadier. Fue el que mayores progresos logró durante la ofensiva.

-El 7º Ejército. de Brandenberg. Estaba formado únicamente por tres divisiones de Volksgrenadier y una de paracaidistas. Carecía de tropas acorazadas, y su misión consistiría en proteger el flanco sur, impidiendo la previsible ayuda que el 3er Ejército de EEUU intentase prestar a sus compatriotas del 1º.
En total, de acuerdo al historiador Chris Bishop, se lanzaron al ataque unos 200.000 hombres. En lo que respecta a la fuerza blindada, los alemanes contaban con unos 1000 carros de combate escasos de combustible (tanto, que hubo que incluir la toma de los depósitos aliados como un objetivo de la ofensiva).


Ni Rundstedt ni Model el primero, un militar de la vieja escuela, y el segundo un maestro de las operaciones defensivas estaban a favor del plan de Hitler y el alto mando germano. Ambos mariscales consideraban que las tropas desplegadas no eran suficientes para alcanzar los ambiciosos fines que sus superiores perseguían. En su lugar, ofrecieron al OKW una solución más limitada. Un ataque sobre Aquisgrán con el que se lograría destruir parte de las fuerzas aliadas y, de tener éxito, eventualmente facilitaría el inicio de una maniobra de mayor calado sobre Amberes. Por su parte, Dietrich y Manteuffel, comandantes -estos sí- de marcado carácter ofensivo y sobre los que recaía el mando de las mejores tropas desplegadas en las Ardenas, tampoco se mostraron entusiasmados ante la idea de iniciar un avance a gran escala, y se decantaban por el plan más modesto de sus superiores directos.


Pero no hubo discusión. Ni Hitler “la intención, la organización y el objetivo son irrevocables” ni el OKW con Jodl a la cabeza “El Führer ya ha decidido que la operación está planificada en sus más mínimos detalles, de modo que deben limitarse a cumplir con las instrucciones” dieron su brazo a torcer.


Por lo que respecta a la calidad de las fuerzas germanas, destacaremos los siguientes aspectos:


-Las divisiones acorazadas no eran ciertamente lo que habían sido hacía apenas unos meses, y su fuerza variaba bastante de unas unidades a otras. En todo caso, representaban lo mejor que podía poner en juego Alemania a estas alturas de la contienda. A modo de ejemplo, la 2ª Panzer contaba con unos 120 blindados, la 116ª Panzer contaba con unos 80 y la 130ª PanzerLehr disponía de apenas 60. Como aspecto positivo, la mitad de los carros eran del tipo Panther. La composición de las divisiones panzer de las SS era similar. De acuerdo al historiador James R. Arnold, cada una contaba con entre 90 y 100 carros de media.


-Las divisiones de Volksgrenadier fueron un tipo de organización impuesta a la infantería por los reveses de la guerra. Los sonadas derrotas de 1944 provocaron una acuciante escasez de hombres, y la respuesta germana consistió en la creación de estas formaciones de “Granaderos del Pueblo”, en las que se redujo el número de efectivos con respecto a las divisiones de infantería tradicional (6 batallones en lugar de 9). Al mismo tiempo se aumentó la potencia del fuego automático de corto alcance, frente al de fusil de largo alcance, con la finalidad de dotar a estas unidades de mayor fortaleza defensiva. La capacidad de las divisiones no era en absoluto homogénea. La 26ª podía considerarse una formación de gran calidad, pero otras no eran más que retales de tropas cosidos apresuradamente.

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